Estos son los paneles expositivos de las fotos que entraron en el concurso:
Los trabajos ganadores fueron los siguientes:
1er PREMIO: PAULA FERNÁNDEZ GONZÁLEZ
"EL COMPÁS DE LA NATURALEZA"
Aquel compás tan grande…
En mis años infantiles, cuando todavía usaba mandilón de
cuadros, siempre me pregunté porque en la clase de “números” había aquel compás
tan grande. Pasaron los años y no utilizábamos para nada aquel artilugio, hasta
que un día, me dijeron que se utilizaba para hacer circunferencias.
Después de muchos años, siendo ya adolescente, me encuentro
ante un embalse, de tranquilas aguas pasando un rato agradable; cuando de
repente dejo caer una piedra suavemente en el agua y veo que se van formando
circunferencias cada vez más grandes; es
ahora cuando me acuerdo de aquel compás gigante que había en el colegio que
permitía hacer circunferencias grandes, muy grandes, como las que forma mi
piedra cuando cae al agua.
"LOS FRACTALES EN LA NATURALEZA"
“Las nubes no son esferas, las montañas no son
conos, las costas no son círculos, las cortezas de los árboles no son lisas, ni
los relámpagos viajan en una línea recta”. Benoit Mandelbrot.
Cuando uno se pasea tan cerca del
cielo casi se convierte en acto reflejo mirar las caprichosas formas de las
nubes y por supuesto, inmortalizarlas en una fotografía. Son joyas que te
encuentras en el camino y que te cautivan para siempre. No puedo evitar
preguntarme el por qué de estas formas tan regulares, tan perfectamente
repetidas….y entonces recuerdo a Mandelbrot.
Los
fractales, descubiertos y propuestos por Mandelbrot durante
el siglo XX son uno de
los grandes hallazgos matemáticos recientes. Aunque dar una definición exacta
de qué es un fractal es complejo, tienen dos características clave: son
autosimilares y siguen un algoritmo recursivo. Que sean autosimilares quiere
decir que su forma es hecha a partir de copias más pequeñas de la misma figura.
Hasta el infinito. Están presentes por todas partes en la naturaleza, desde la
rama de un árbol a como cae el agua en las cascadas y por supuesto, en las
nubes de un cielo caprichoso asturiano.
Las
implicaciones de ese "descubrimiento" van más allá de una visión
estética de las matemáticas. Mandelbrot es el matemático que
ha regalado al mundo una mirada diferente de las matemáticas y la
naturaleza y a mí la explicación a un fenómeno que solo me inspira belleza.
"¿ENTIENDEN LAS ABEJAS Y AVISPAS DE GEOMETRÍA?"
Pappus de
Alejandría, matemático griego, ya se hizo esta pregunta hace casi dos milenios,
y fue el primero en plantear la "Conjetura del panal".
En la naturaleza, las
matemáticas y la simetría tiene que ver con el lenguaje, dando a los animales y
a las plantas un medio para transmitir una gran cantidad de mensajes; y para
estos pequeños insectos, la matemática es fundamental para su supervivencia.
Las abejas jóvenes
segregan pequeños trozos de cera que las abejas obreras van utilizando para
construir el panal; la forma geométrica que utilizan es lo que lleva llamando
la atención durante muchísimo tiempo, pero no fue hasta 1999 cuando Thomas C.
Hales demostró la "Conjetura del panal".
La necesidad
primaria de las abejas es almacenar la mayor cantidad de miel posible usando
sólo la cantidad de cera indispensable, por eso escogen el hexágono. Cuando se
necesita cubrir un plano con las mismas formas geométricas, esta es la forma
más eficiente.
Para calcular la
cantidad de miel que pueden llegar a almacenar en cada celda debemos utilizar
la fórmula del volumen del prisma hexagonal:
VOLUMEN CELDA= 3 ×
lado × apotema × altura
Queda demostrado
porque se utiliza esta forma geométrica, pero... ¿cómo fueron capaces las
abejas de descubrir esto?
INCLUIMOS A CONTINUACIÓN UN VÍDEO CON LAS ALGUNAS DE LAS FOTOS PRESENTADAS:
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